700 millones de Smartphones espia, pero ¿podría haber más?

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Vivimos en un mundo hiperconectado. Hemos dejado atrás tiempos pasados, donde disponer de una conexión a internet estaba limitado a una conexión fija, para ahora encontrarnos con que casi cualquier dispositivo está conectado a internet (el famoso Internet de las cosas). Hoy en día, es raro quién en su bolsillo no lleva un smartphone con capacidad de conexión a Internet. Pues bien, y si esos dispositivos que ahora nos acompañan pudiesen estar espiándonos.

Puede parecer el guión de alguna película, pero pese lo que nos pese, es bastante más real de lo que quisiéramos.

El caso de Blu y Shanghai Adups

Uno de los últimos casos que pone de relieve esta realidad es el caso de la compañía china Blu. Según han revelado expertos de Cryptowire los smartphones de esta compañía incluirían un firmware que estaría enviando información de los usuarios sin su conocimiento. La compañía se ha defendido asegurando que se trata del firmware que habría sido desarrollado por Shanghai Adups y que desconocía esta circunstancia, y que tras descubrirlo habría lanzado la pertinente corrección para eliminar este problema. Shanghai Adups se defiende indicando que esos datos ya habrían sido borrados.

¿Podrían darse más casos?

¿Podrían existir más casos? ¿podría producirse en otros fabricantes algo similar? Pues, si tenemos en cuenta que Shanghai Adups desarrolla Firmwares para más fabricantes como podrían ser ZTE, Huawei y algunos otros… las dudas sobre esta posibilidad son más que razonables. De confirmarse, la cifra alcanzaría esos 700 millones que titulan esta entrada… pero ¿quién sabe? Quizás este tipo de prácticas se hayan dado en otros casos… quizás simplemente nunca se han descubierto… Lo que está claro, es que la hiperconectividad tiene sus beneficios, pero también entraña grandes riesgos. Acaso a estas alturas nadie ha escuchado hablar sobre las WebCams espia, o sobre como algunos gobiernos han censurado la utilización de ciertos dispositivos fabricados en otros países ante posible espionaje, y que es de Snowden y sus acusaciones sobre Facebook y las autoridades… Vivimos en un mundo donde debemos extremar la cautela de la información que depositamos en nuestros dispositivos tecnológicos, pues nunca sabemos quién está al otro lado de la puerta que se abre con una conexión a Internet. De nuevo, la privacidad se ve puesta en tela de juicio.

Google play sigue rastreando nuestra posición

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La privacidad es algo que cada vez preocupa más a los usuarios, y en el mundo actual en que nos encontramos donde casi todo el mundo (por no decir todo) porta consigo algún dispositivo con conexión cada vez más. Pero estos dispositivos móviles van aún más allá y cada vez es más raro encontrar uno que no dispone de capacidades de GPS. Así pues, ya no son solo nuestros datos, sino el donde nos encontramos en cada momento, lo que es factible de ser rastreado.

Con esto en la cabeza son cada vez más quienes se preocupan de configurar adecuadamente sus dispositivos para evitar proporcionar información no deseada y en algunos casos para evitar que su posición se revele. Los usuarios de Android creían que el tema de revelar su posición lo tenían controlado. Google ofrece la opción de permitir o no el acceso al GPS a las diferentes apps y quienes querían aún más seguridad en el tema optaban por desinstalar Google Maps.

Y todos creían que con eso bastaba, pero parece que la cosa no es así.  Según habría descubierto el experto en seguridad Mustafa Al-Bassam que colabora con la consultora Secure Trading  hay todavía un «chivato» en Android que revela nuestra posición, y no es otro que Google Play. Así es, este servicio del sistema «imprescindible casi para todo» sigue rastreando nuestra posición GPS con la intención de poder ofrecerlo a las herramientas que lo necesiten.

¿Solución? Desinstalar Google Play, lo cual dejaría muchas aplicaciones sin función, o desactivar el GPS por completo. Así que ya lo sabéis, si no queréis que controlen vuestra posición, no basta con desinstalar Google Maps, siempre hay «otro vigilando».

Cuando las operadoras pretenden controlar la privacidad

En la actualidad, el mundo tecnológico sigue su frenético devenir y cada día se comparte una cantidad de información cada vez mayor. En todo ese intercambio de datos que la red posibilita, hemos cobrado consciencia de la necesidad de ser cautos. Así pues el término privacidad no es algo desconocido ya para los usuarios. Todos saben cuan importante es preservar la privacidad de su información (bueno, casi todos).

Las autoridades han realizado adaptaciones de las normativas para poder adaptarse a este mundo cambiante y para «en teoría» proteger esa privacidad de los datos de los usuarios. Por su parte, la gran mayoría de servicios también ha adaptado sus sistemas para garantizar que los usuarios son capaces de tener bajo control la privacidad de sus datos. Así pues estamos en un mundo donde contamos con un mayor control de la privacidad (aunque a muchos dejen las configuraciones por defecto y a fin de cuentas estén en el mismo punto que estaban antes).

Pero no olvidemos otro factor importante en la red de redes: la publicidad. La publicidad es la que mueve millones y no solo eso, la que facilita que muchos servicios se ofrezcan de forma gratuita. Y el principal enemigo de la publicidad es la privacidad, así pues, tenemos el círculo vicioso dispuesto ante nosotros.

Publicidad vs Privacidad

Como comentábamos, la publicidad es la que facilita el desarrollo de muchos de los servicios que hoy en día disfrutamos en internet y sin los cuales seguramente no entenderíamos igual la red. Así pues, ya pocos se sorprenden al ver los anuncios que preceden a un vídeo en Youtube o nadie se plantea la posibilidad de que Spotify eliminase su servicio gratuito por no poder financiarlo en parte con publicidad.

Pero al mismo tiempo, a los usuarios les gusta poder proteger su privacidad y encima las leyes están de su parte. Pero si no se comparten datos de los usuarios como el tipo de navegador, sistema operativo, ubicación… la publicidad online pierde su principal gancho: la segmentación.

Y sin la publicidad estaríamos ante un nuevo panorama en el mundo online. ¿Alguien se imagina como podrían generar esos ingresos necesarios servicios como Youtube, Facebook, Hotmail? Ahora son gratuitos y los ingresos por publicidad son los responsables de que así sea, pero si desapareciese esa fuente de ingresos ¿como reaccionarían las empresas responsables? ¿Quién es el que convierte en servicio de pago algo que se lleva disfrutando tantos años de forma gratuita?

Las operadoras, ¿adalid de la privacidad?

En medio de este panorama tenemos a otros intervinientes muy importantes: las operadoras de telecomunicaciones. Ellas son las que nos ofrecen las vías que permiten acceder a los servicios y al mismo tiempo las que se encargan de ser carretera para la publicidad que nos llega.

Estas que han puesto sobre la mesa el fin de la neutralidad de la red se pretenden erigir ahora como adalid de la privacidad frente a los grandes de internet. Así se desprenden de las declaraciones del nuevo presidente de Telefónica y de algunas declaraciones también de fuentes de Vodafone, que pretenden convertirse en intermediarios de nuestros datos.

Así pues la idea en rasgos generales sería que la operadora actuase como intermediaria entre nosotros e internet no solo como canal de comunicacion sino para decidir que compartimos o que no. Así pues sería la operadora la que nos permitiría a los usuarios controlar esa información que compartimos.

¿Realmente necesitamos que las operadoras controlen la privacidad?

Seguro que  hay quienes se preguntan ¿para que necesitamos un intermediario si ya tenemos las herramientas para controlar la privacidad? Aquí habrá quienes crean que siempre viene bien otro punto más de control de la información y otros podrían pensar que no es lo más indicado dejar la privacidad de sus datos en quienes han puesto en jaque la neutralidad de la red.

Sin duda se trata de un frente más del conflicto que estas mantienen con los grandes del mundo online, en la que las operadoras pretenden dar un paso adelante con esta medida. Los usuarios asistiremos a este choque de titanes, que esperemos no suponga un detrimento de la red tal y como la conocemos, aunque aún habrá que esperar un poco a ver como avanzan estas propuestas y ver de que lado se decanta el pulso.

Spotify aclara su política de privacidad

logo SpotifyEn los tiempos que corren, con un uso creciente de servicios online, los usuarios se han ido concienciando progresivamente de la importancia de la privacidad y la gestión de sus datos privados. Así pues, aunque antes, pocos eran los que leían las clausulas de privacidad, cada vez más los usuarios se preocupan por estas, y cuando surge algún cambio que pueda afectar a su privacidad, las voces de los usuarios se hacentify  oír rápidamente.

Spotify pudo comprobar esta realidad recientemente, cuando unas semanas atrás actualizó sus políticas de privacidad. Esta actualización de la política de privacidad vino acompañada por unos textos pocos claros que pusieron en duda el uso que se podía hacer de los datos recopilados de los usuarios.

Así pues, han decidido actualizar nuevamente su política de privacidad, empleando esta vez un lenguaje más sencillo y una mejor estructuración de esta información para que todos los usuarios entiendan mejor que uso se hace de los datos recopilados. En esta aclaración cabe destacar que tal y como explican, organizan la información recopilada en dos categorías,una la que es necesaria para el uso del servicio y otra con la cual se puede ofrecer a los usuarios características adicionales y una mejor experiencia en caso que acepten compartir dicha información.

Por tanto, parece que Spotify ha ogrado enmendar el malentendido que se generó en torno a su política de privacidad y que progresivamente irá comunicando a todos los usuarios.

Las aplicaciones de mensajería cifrada en jaque por culpa del terrorismo

WhatsAppLos recientes atentados producidos en Francia han conmocionado al mundo. Pero no solo eso, sino que han vuelto a sacudir un tema que siempre ha sido espinoso, el de las comunicaciones cifradas. Y es que tras estos sucesos, en Reino Unido ha surgido la voz del primer ministro David Cameron asegurando que hechos como estos respaldan el hecho de prohibir determinados servicios de comunicaciones en el país.

Y en los planes, estaría el prohibir servicios que hacen uso de comunicaciones cifradas y a los cuales los servicios de seguridad del gobierno no tendrían acceso. Esto incluiría populares servicios como son WhatsApp, Snapchat (servicio que de hecho, un tiempo después elimina los mensajes por completo) o iMessage, que cifran sus mensajes y las claves de cifrado no son accesibles.

Está claro, que estos servicios podrían ser explotados malintencionadamente por quienes quieran llevar a cabo actividades fuera de la ley, ahora bien, y ¿que pasa con el resto de usuarios? Porque no olvidemos que si las comunicaciones no estuviesen cifradas, cualquier conversación podría ser accesible por cualquiera, con lo cual se pondría en jaque la «privacidad» en estos servicios.

Lo cierto es que es un dilema complicado que viene dandose desde hace mucho tiempo, y que en momentos como los acaecidos recientemente en Francia son aprovechados por los gobiernos para respaldar sus teorias de la necesidad de poder controlar dichos servicios de comunicaciones. La cuestión, es como avanzar: perder privacidad a costa de poder controlar mejor actividades ilegales, o no tener control sobre estas últimas ganando privacidad de la gente común.

Adios cookies, hola identidades digitales…. ¿hemos mejorado?

De un tiempo a esta parte, muchos habrán observado que cada vez son más los sitios en los que aparece un letrerito informando de la necesidad de aceptar las cookies para la navegación por la web. Y es que poco a poco, se va poniendo cerco a las cookies, supuestamente en aras de mejorar la privacidad de los usuarios, especialmente ante el uso indiscriminado que podía llegar a hacerse de estas por parte de las compañías de publicidad online.

Pues bien, Google y Facebook andan ahora enfrascadas en su particular guerra por ofrecer una alternativa, que pasa por las denominadas identidades digitales. ¿Y de que va todo esto? Pues bien, se trata de algo bastante sencillo, Google y Facebook lo único que quieren es que iniciemos sesión en sus servicios, para a partir de ese momento emplear dicha sesión como forma de realizar el seguimiento. Esto es sin duda bastante cómodo para los usuarios, que cada vez más hacen uso de estas redes sociales. Por su parte, ofrece la posibilidad de realizar un seguimiento multidispositivo, ya que si tenemos iniciada nuestra sesión en el ordenador, pero luego nos pasamos al smartphone con las cookies no había forma de controlar que eramos el mismo usuario, sin embargo con las identidades digitales si.

Esto sin duda, atrae enormemente a los distribuidores de publicidad ya que podrán tener un mayor control sobre nuestras acciones y una mejor clasificación en base a comportamientos. Pero ¿hay un lado malo? Sin duda hay un gran damnificado en todo este proceso, la privacidad. Y es que cada vez será más dificil navegar sin que tengamos que exponer nuestra identidad digital para poder realizar una simple navegación. Así pues, queda la siguiente reflexión: a lo mejor las cookies no eran tan malas como nos las pintaban.

¿Pueden las nuevas leyes de protección de datos llevar a que se cobre por servicios online gratuitos?

La verdad es que hoy en día, la privacidad de los datos de los usuarios se ha convertido en un estandarte para la justicia y cada vez hay más propuestas cuyo objetivo es asegurar la privacidad de los datos personales. ¿Pero que consecuencias podría tener un endurecimiento de estas leyes? Veamos, muchos de los servicios online que hoy en día usamos, y de forma gratuita, como pueden ser Facebook o GMail se basan su modelo de negocio en la publicidad. Nosotros cedemos nuestros datos y a partir de estos, nos ofrecen publicidad con las cuales se financias los servicios.

Pues bien, la Comisión Europea está planteando aumentar los requisitos para solicitar el consentimiento de uso de los datos por parte de los usuarios y además limitar la capacidad de las compañías para utilizar y vender luego datos como podrían ser nuestros hábitos de navegación a empresas de publicidad (las cuales luego les proporcionan el dinero con el que financiar el servicio). Si no se cumpliesen los requisitos, las compañías podrían verse acosadas por multas que podrían oscilar entre el 0,5 y el 0,2% de la facturación anual (que puede ser una cantidad bastante importante). También hay empresas que ya han manifestado ciertas reticencias al respecto de otro aspecto de la propuesta de ley, el denominado «Derecho al olvido», esto es la posibilidad de eliminar completamente los datos de forma definitiva sin que el servicio se quede con dato alguno.

Otro de los elementos de la propuesta de ley que preocupa a las empresas de intenet es lo que se ha denominado“Derecho al olvido”, o lo que es lo mismo, el derecho a eliminar completamente los datos de un usuario que así lo desee, sin que la empresa retenga ninguno. En este caso las empresas de Internet tendrían que ponerse en contacto con las compañías a las que hubieran transferido estos datos para asegurarse que el borrado de los mismos es total.

Facebook y GMail ya han presentado sus desacuerdos con estas propuestas según se recoge en fuentes como The Guardian lo cual puede llevarnos a plantearnos la pregunta que abría el post ¿puede llegar un momento en que Facebook, GMail o servicios similares sean de pago? Está claro que su modelo actual basado en la publicidad podría verse perjudicado, así pues si se estrangulase dicha fuente de ingresos, ¿que opción elegirían para monetizar sus plataformas? Facebook ya ha mostrado en varias ocasiones que están explorando diversas posibilidades, como el hecho de que los usuarios paguen por enviar mensajes a usuarios que no estén en su lista de amigos (en el caso de querer escribir al propio fundador de la red social, esa cifra se habría establecido en 100$).

Google Now, aumentando la competencia a Siri desde Android

La nueva versión de Android, la 4.1 y de nombre Jelly Bean trae una interesante novedad bajo el nombre de Google Now. Esta nueva función que se integra con el sistema de reconocimiento de voz sirve para ofrecernos búsquedas mejoradas tal y como reza en su página web «La información adecuada en el momento adecuado«. Para ello, el sistema recogerá la información de los terminales como ubicación, búsquedas previas, patrones de compras, fechas destacadas, horarios… Vamos, que hace una profunda prospección de información personal, lo cual a algunos usuarios podría no gustarles mucho a cambio de las mejoras que ofrece en las búsquedas. Así pues con este nuevo servicio por ejemplo, en caso de que hagamos una búsqueda sobre como llegar a un determinado sitio y nos encontramos cerca de una parada de autobús o de metro, nos podría devolver resultados indicando la hora del próximo servicio y cuanto tiempo nos llevará el trayecto.

Por ahora este servicio estará disponible en Estados Unidos, pero con el tiempo esperan extenderlo al resto de países, seguramente será cuestión de ver si tiene aceptación o no por parte de los usuarios.

Facebook podría enfrentarse a complicaciones por la venta de información de sus usuarios

Facebook, red social
Facebook, red social

Tal y como se recoge en el diario The Telegraph, Facebook podría tener un futuro incierto ante las reclamaciones de los usuarios de la compra venta que la red social hace de los datos almacenados en su servicio. Actualmente, los usuarios, se encuentran bastante indefensos ante la gestión que Facebook realiza de sus datos almacenados en EE.UU. y como comercializa estos con las empresas que luego nos muestran sus anuncios. Así pues, la Comisión Europea podría aprobar una nueva normativa con la cual se complicarían este tipo de transacciones y por tanto el modelo de negocio de Facebook. ¿Que sucederá finalmente?