Los últimos datos de adopción de las diferentes versiones en los dispositivos móviles reflejan una clara continuidad en la tendencia. iOs sigue logrando unas elevadas cuotas de adopción (aunque algo más lentas), mientras que Android se tropieza y no logra que su última versión se extienda con tanta rapidez.
Y es que desde que iOs8 se lanzase en septiembre del año pasado, ha logrado instaurarse en un 72% de los dispositivos, lo que representa un 3% de crecimiento con respecto a los anteriores datos de enero. Como hemos dicho, la adopción de iOs8 no obstante ha sido algo más lenta que la de su predecesor iOs7, que en enero de 2014 estaba en el 80% de los dispositivos frente al 69% que ha cosechado en el mismo tiempo iOs8. ¿Las causas? Los primeros bugs metieron el miedo en el cuerpo a muchos usuarios. La cantidad de espacio que requiere iOs8 para instalarse hace que algunos dispositivos más antiguos y con menos capacidad de almacenamiento puedan tener problemas en ese sentido. La vida útil de los iPad que al ser tan elevada hace que algunos primeros de los modelos sigan estando muy extendidos y Apple ha optado por no darles la posibilidad de actualizar para evitar problemas de rendimiento. Sin duda todas estos hechos pueden haber influido en la adopción más lenta de iOs8.
Si bien, parece que las cosas se han «complicado» un poco para Apple, el caso es que Android parece no levantar cabeza en este terreno, y es que la última versión de Android, la 5.0 o Lollipop solo ha logrado llegar a un 1,6% de usuarios desde que se lanzó, mientras que la mayoría de usuarios siguen usando KitKat (que es de Octubre de 2013) o incluso Jelly Bean (que es de Junio de 2012).
Así pues, y aunque en Google siguen haciendo esfuerzos por reducir la tan mencionada «fragmentación» está claro que la gran cantidad de dispositivos que hacen uso de Android complican que la adopción sea más rápida.