Linux es una plataforma que viene demostrando desde hace mucho tiempo que es una alternativa más que adecuada para muchos escenarios. En el sector de los servidores es el sistema operativo predominante por encima de otras soluciones. En el sector de los sistemas operativos para dispositivos móviles Android, basado en Linux, ocupa la mayor cuota del mercado. Y en el caso de los equipos domésticos… ahí la historia es muy diferente. Allí, apenas cuentan con reconocimiento, solo unos pocos usuarios, tachados de frikis, son los que ponen en sus equipos un sistema operativo Linux.
Pero ¿porqué la gente está ansiosa por tener un Linux en sus teléfonos móviles (en forma de Android por supuesto), mientras que en sus equipos convencionales, no se plantean otro sistema operativo que no sea el archiconocido Windows (o en otros casos, aunque tampoco los más, OSX)? ¿Porque esta diferencia de opinión ante algo similar? ¿Porqué no es capaz de calar en la mayoría de los casos, quedando siempre en algo residual?
Para el uso empresarial, Linux ya se ha demostrado como una herramienta totalmente capaz, disponiendo de grandes opciones en el sector ofimatico y habiendo sido capaz por ejemplo de entrar en las administraciones de algunos países. Sin embargo, esta cara de Linux, no ha sido lo suficientemente importante como para lograr una mayor difusión. Su supuesta estabilidad y seguridad, demostrada claramente en el sector de servidores, tampoco ha hecho que los usuarios acaben por decantarse por esta plataforma frente a otras, quizás menos seguras. Y todo esto ¿porqué?
Pues bien, muchos han alegado durante tiempo, que el motivo principal de que no haya logrado calar en el sector doméstico (que supone la mayor cuota del mercado al menos en unidades) es que Linux no ofrece soporte para juegos. Juegos si, y es que se quiera o no aceptar, los juegos son una parte muy importante dentro del sector informático. Y es que Linux ha sido concebido siempre pensando en sectores más profesionales, en los servidores, en empresas, y por eso, en el desarrollo de las sucesivas versiones del Kernel el aspecto gráfico y multimedia no era una prioridad. No obstante, en los últimos años, esto parece estar cambiando. Con la llegada de las nuevas distribuciones como Ubuntu, se ha empezado a enfocar todo hacia el sector doméstico, hacia los usuarios convencionales, se ha dejado de pensar un poco en las empresas, para empezar a ofrecer cada vez más funciones en la parte multimedia. Así es como el Kernel progesivamente ha ido evolucionando para ofrecer nuevas librerías gráficas y para funciones multimedia, que están permitiendo explorar nuevas funciones que hasta hace relativamente poco eran impensables en un entorno bajo Linux.
Y parece que el sector de los creadores de videojuegos también está dándose cuenta de esta situación. Así lo demostraron las declaraciones, la semana pasada del CEO de Valve la responsable de la plataforma de juegos Steam. Hace no mucho, que Steam fue adaptado también para OSX, y ahora parece que en Valve se han fijado en Linux. Lo que dijo más concretamente fue:
Queremos que sea lo más fácil posible poder ejecutar los 2.500 juegos de Steam en Linux. Se trata de una estrategia de cobertura. Creo que Windows 8 es una catástrofe para todo el mundo en el segmento del PC. Creo que vamos a perder a algunos de los principales fabricantes de equipos originales, que saldrán del mercado. Creo que los márgenes serán destruidos por un grupo de personas. Si eso es cierto, entonces será bueno tener alternativas para protegerse contra esta eventualidad.
Estas declaraciones podrían encender la llama de una mecha mucho tiempo empapada, que no sería otra cosa, que el acceso de los principales juegos en Linux (y todo ello sin emulaciones ni otros procesos complicados que hay hoy en día para lograr adaptar algunos de los principales juegos). ¿Pero será esto realmente lo que le falta a Linux para alcanzar al gran público? Veremos a ver si a Valve le siguen otras empresas y si finalmente este movimiento, permite a Linux hacerse con una cuota mayor del mercado, con el tiempo lo sabremos.