Hace algún tiempo escribíamos sobre algunas claves para decidir el tamaño adecuado para la publicaciones de un blog, y hoy recuperamos el tema de nuevo para arrojar un poco más de luz sobre este tema. Y es que toca añadir algo de información a lo que comentabamos. En esa ocasión hablábamos de como deberíamos tener como regla de oro escribir artículos que se moviesen entre las 350 y las 1000 palabras aproximadamente, pues bien, la regla sigue teniendo gran parte de vigencia, pero conviene dar matices para no confundirnos y ver como el tamaño puede influir de cara a la forma de posicionarlos.
Y es que no se trata de una regla «cuantitativa» definitiva, sino que debemos ser muy conscientes del tipo de contenido para poder hablar de una cantidad adecuada de palabras que debe contener el post. Con esto en mente, identificaremos primeramente los principales tipos de post en función del tipo de contenido que abarcarán. Así pues tenemos los contenidos breves (o rápidos), contenidos básicos, contenidos extendidos y los contenidos en profundidad.
Los contenidos breves son los propios de entradas tipo noticia, que en general tratan temas de cierta actualidad. En esos casos nos podríamos mover perfectamente en la parte baja de la horquilla de palabras que barajabamos antes. Así pues podemos encontrarnos con artículos que con unas 300 palabras podrían perfectamente ajustarse y optimizarse para posicionarse.
El siguiente escalón lo constituiría el contenido básico, que sería el caso de los artículos convencionales que pueden encontrarse en un blog. Con 500 palabras como referencia, tendremos margen más que de sobra para establecer un planteamiento, desarrollar y ofrecer conclusiones en nuestra entrada.
¿Y hay quién lea artículos de más de 1.000 palabras? En el caso de estos contenidos que llamaremos extendidos, aunque podría parecer que no tienen muchas posibilidades, realmente hay algunos estudios que demuestran que en el caso de tener interés por parte de los usuarios tienen su espacio perfectamente definido. En estos casos debemos tener en cuenta que nuestro pico de atención a la hora de leer artículos en la web tiene lugar entorno a los 7 minutos, que es la media que se tarda en leer unas 1.600 palabras. Así pues si nos pasamos de la barrera de las 1.000 palabras sería mejor centrarnos en artículos que estén en torno a esta cifra de palabras.
Y que hay de los contenidos en profundidad, casos en los que lo más habitual es moverse en cifras por encima de las 2.000 palabras. ¿hay sitio realmente para este tipo de artículos? Sin lugar a dudas lo hay. Es cierto que no todos los usuarios esperan encontrarse artículos de tales dimensiones, pero quienes se vean enganchados por el contenido sin duda no tendrán problema por leer el artículo en cuestión en varias veces si fuese necesario. Estos artículos ademas tienen muchas más posibilidades de ser enlazados desde otras páginas a modo «referencia» lo cual no podemos olvidarnos será estupendo de cara a nuestro posicionamiento. En estos casos podemos aprovechar además a utilizar diferentes variantes de las palabras clave que nos interesan en nuestro posicionamiento, cosa que no podemos hacer en caso de artículos más reducidos. Así pues constituyen una estupenda oportunidad para probar otras alternativas a nuestras palabras clave.
Tampoco debemos olvidarnos del tipo de usuarios que pueden estar interesados en nuestros contenidos. Los hay más dispuestos a consumir contenidos largos y los hay que prefieren cosas breves. Aunque no debemos descuidar lo que los buscadores quieren, siempre hay una regla de oro por encima de todo, el contenido debe ser el más adecuado para los usuarios.