El mundo tecnológico es un mundo en constante evolución, eso lleva a que los productos queden desfasados a una velocidad a veces de vértigo. En el caso de Apple estamos hablando de una compañía muy habituada a dejar de lado modelos antiguos, y tal es el caso de los Mac Mini.
Tal y como anuncio hace relativamente poco, los Mac Mini de Mediados de 2011 pasan a ser considerados como productos obsoletos para Apple. Esto tiene como primera consecuencia, que si a algún usuario se le estropea su bonito y pequeño Mac Mini, ya no puede acudir al servicio técnico de Apple a repararlo.
Así es, Apple no repara productos que están considerados como obsoletos. Se trata de una medida que quizás a algunos sorprenda, pero que lleva tiempo aplicando. La compañía de la manzana deja en cierta manera abandonados a sus usuarios, que tendrían que recurrir a otras vias para poder reparar sus equipos (y teniendo en cuenta que solo Apple tiene acceso a las piezas originales, la cosa es realmente complicada).
Para Apple está claro que para poder seguir evolucionando no queda más remedio que mirar hacia adelante y olvidarse de los dispositivos antigüos que tienen capacidades inferiores. Así aunque su estrategia sea calificada en algunos círculos como Obsolescencia Programada para Apple es el camino a seguir.
En cierto modo esto les permite centrar sus recursos en seguir innovando, aún a pesar de dejar «desprotegidos» a los usuarios de hardware más antiguo. El problema real es que el hardware de Apple tiende a durar mucho tiempo, y para algunos, este tipo de medidas es con el fin de «invitar» a la renovación de los dispositivos a los usuarios aún a pesar que estos aún puedan contar con una mayor vida útil.