Ya hace tiempo que sabemos del interés de Microsoft por lograr que Windows 10 se lleve bien con los procesadores ARM, y cada vez parece que están más cerca de llegar al mercado los primeros modelos con estos procesadores. Este desembarco de ARM con Windows 10 podría suponer un nuevo giro en el sector de los portátiles.
Así lo cree Microsoft que ha decidido apostar fuerte por este tipo de procesadores. En su mente, está el hecho de hacer que los portátiles sean aún más portátiles que lo que eran hasta ahora. ¿Y que tiene que ver en esto ARM?
Pues bien, este tipo de procesadores aportarán varios beneficios, el primero y el que más a destacado desde Microsoft es el de una mejora en la autonomía de batería, que ya estiman que pueda acercarse a las 20 horas. ¿20 horas en un portátil con Windows? Así es, eso es lo que auguran desde Microsoft, sin duda toda una mejora con respecto a los equipos actuales, que si bien han mejorado notablemente, aún se quedan lejos de cifras como esas.
Este tipo de procesadores que tanto se usa en tablets o smartphones, también contribuirá a un aligeramiento de los equipos. ¿La razón? Su menor consumo también se traduce en una menor generación de calor, con lo que los tradicionales sistemas de refrigeración basados en ruidosos y voluminosos ventiladores darán paso a soluciones menos intrusivas.
El primer procesador tipo ARM será el Snapdragon 835 de Qualcom, y Microsoft no dará compatibilidad con procesadores anteriores a este modelo. Una opción base más que competente, que además integra de serie otra ventaja y es compatibilidad con los sistemas de conectividad 4G/LTE lo cual va aún más en la línea de hacer que los portátiles sean más portátiles.
Y es que estamos hablando de equipos que podrían darnos hasta un par de días de autonomía sin cargar, ser más ligeros aún, y encima tener conectividad en todo momento sin depender de una conexión wifi. Está claro, que eso es lo que se podría esperar de un portátil.
Algunos de los grandes fabricantes ya están preparando los primeros modelos que podrían salir al mercado a finales de este año y dependiendo de la acogida que tenga este nuevo tipo de portátiles se abriría la puerta a posibles cambios en el sector. Y es que el más damnificado con todo esto sería Intel, el fabricante por excelencia de procesadores, que ya ha visto como su mercado en el terreno de tablets y sartphones simplemente se evaporó ante sus ojos y ahora llegan más complicaciones en el sector de portátiles donde aún mantiene una posición más clara.
También podemos estar ante un punto de inflexión con las tablets. Con smartphones cada vez más grandes, y con portátiles cada vez más ligeros y con más autonomía, estos dispositivos se quedan en tierra de nadie. Sin duda, será un sector donde habrá que reinventarse o se auguran malos tiempos.