La herramienta adecuada

En Apple hablan de la época post Pc y muchos son los que dicen que el Pc podría haber pasado de moda. No obstante en nuestra opinión, se trata de otra cosa. No es que de pronto haya llegado algo que sustituya al Pc porque sea mejor, no es algo mejor, es algo diferente. Los tablets, smartphones, ultrabooks, son dispositivos que pueden cubrir en gran medida la mayoría de las funciones que podríamos hacer con un Pc, aunque la concepción de estos dispositivos también les imponen ciertas limitaciones para otras, que no obstante un Pc es capaz de resolver con mucha soltura.

Un Pc siempre ha ofrecido muchas posibilidades y ha sido como la navaja suiza tecnológica. Todo se podía hacer en un Pc, pero principalmente porque era el dispositivo tecnológico al que todos podíamos acceder. Cuando han llegado otros dispositivos al mercado de consumo, estos han id reclamando su parte del pastel, como no podía ser de otra forma. ¿Acaso un tablet no cumple perfectamente las funciones básicas para un usuario que quiera navegar por internet, ver el correo, ver vídeos online? Si, muchos usuarios o echarían de menos un Pc si años atrás los tablets hubieran existido, sin embargo el mercado ha tenido como punto de partida el Pc.

Este, el Pc, por su parte sigue teniendo vida útil al menos a medio plazo tal y como lo conocemos. Hay ciertas tareas que un Pc es capaz de soportar mucho mejor que cualquier otro dispositivo. Los medios de entrada, las posibilidades de ampliación, su capacidad y potencia, son sus puntos fuertes y que por ahora siguen siendo fundamentales para muchos usuarios. Así pues, aunque estamos claramente ante una época de cambio, el Pc seguirá teniendo su función al menos durante unos cuantos años, solo que ahora disponemos de más herramientas, y podemos hacer un uso mas adecuado según la tarea que queramos desempeñar. Un smartphone servirá perfectamente para contestar un mensaje en una red social, un tablet servirá para navegar tranquilamente en el sofá de nuestra casa y un Pc será perfecto mientras editamos o renderizamos video. La cuestión es utilizar la herramienta adecuada en cada caso.

Las actualizaciones automáticas ¿nos perjudican o nos ayudan?

Quien haya instalado Google Chrome, muy posiblemente no recordará haber actualizado en ningún momento el navegador y aún así aunque haya pasado mucho tiempo desde que lo instalase, el navegador se encontrará muy probablemente en la última versión disponible. Este sistema de actualizaciones automáticas se aplica cada vez más, Mozilla ha anunciado hace no mucho un sistema similar de actualizaciones para su navegador Firefox, internet Explorer se actualizaría con las actualizaciones programadas de Windows Update, etc… Los servicios web son otro claro ejemplo de como las actualizaciones se aplican de forma automátizada, así de pronto un buen día, podemos encontrarnos con una interfaz renovada, con funciones nuevas y otras que han desaparecido.

El mundo tecnológico está en constante evolución y de ahí que se apliquen estas actualizaciones de forma constante y continuada. Pero son esas actualizaciones ¿beneficiosas o perjudiciales? En un principio todos debemos pensar que son beneficiosas. Normalmente supondrán nuevas funciones, mejoras en la usabilidad, en el rendimiento, más seguridad. Sin embargo, también tienen sus inconvenientes. A veces los cambios en el diseño suponen un giro tan drástico que los usuarios se pasan mucho tiempo buscando funciones que antes sabían como hacer casi a ojos cerrados, y que ahora sin embargo no son a localizar. A veces incluso funciones que los usuarios podían utilizar, han desaparecido para nunca más volver, obligando a veces a migrar a otra aplicación o servicio que siga soportándolas. Los desarrolladores pueden haber invertido mucho tiempo en desarrollos que ahora con las nuevas versiones no son funcionales o incluso suponen problemas. Podrían aparecer nuevos agujeros de seguridad no contemplados.

En fin, a veces es difícil saber si este frenético ritmo de actualizaciones es beneficioso o perjudicial. Sin lugar a dudas, medidas como permitir seguir usando interfaces antiguos durante algún tiempo hasta que nos adaptemos a los nuevos, o compatibilidad con versiones anteriores de complementos y formatos, serían funciones imprescindibles para permitir que los usuarios fuesen capaces de asimilar estos cambios con relativa confianza y sin mayores inconvenientes. Aún así, medidas así no siempre se aplican y pueden ocasionar el descontento de los usuarios que verterán en internet sus críticas, mientras que otros por su lado alaban los cambios. Sin lugar a dudas, nunca llueve a gusto de todos, pero por ahora tendremos que seguir asumiendo que el mundo tecnológico necesita avanzar para poder seguir innovando (y de paso permitir que algunas empresas puedan seguir haciendo sus negocios).