Temperatura y ordendores ¿qué tenemos que tener en cuenta?

Controlar la temperatura de funcionamiento de nuestros equipos informáticos es un aspecto bastante importante de cara a alargar su vida útil. ¿Sabéis como actuar?

  1. ¿Por que sube la temperatura de nuestros equipos?
  2. ¿Cómo podemos controlar la temperatura?
  3. ¿Que hacer si es demasiado alta?

¿Por qué sube la temperatura de nuestros equipos?

Los procesadores de todos los equipos generan cierta cantidad de calor a medida que están funcionando. Dicha temperatura va en aumento, a medida que trabaja con más «intensidad». De esta forma, el procesador de un ordenador que no está realizando ninguna tarea exigente (por ejemplo, está navegando solamente por internet) tendrá una temperatura inferior a la de otro que si ejecuta tareas exigentes (por ejemplo renderizando un vídeo o jugando). Y así con todos los componentes, cuanto mayor es el estrés que soportan, a mayor temperatura estarán.

Por supuesto, a esto tenemos que añadirle el componente físico. El ordenador incorpora elementos de disipación, que ayudan a reducir esa temperatura, evitando que pueda sobrecalentarse y virtualmente «autodestruirse». Por supuesto, esto no suele ser habitual, pero puede llegar a pasar que un chip se derrita literalmente. Los sistemas de refrigeración se encargan de tratar de extraer el calor de elementos importantes (como el procesador o la tarjeta gráfica) pero si estos no son capaces de funcionar adecuadamente, entonces la temperatura de nuestro equipo subirá más de la cuenta.

Los propios procesadores actuales tienen sistemas internos que tratan también de mitigar los efectos de la temperatura. Si la demanda del usuario es baja, estos pueden desactivar parte de su capacidad o reducir la velocidad, mitigando así entre otras cosas el incremento de temperatura. Por tanto, está claro, que la temperatura es algo muy a tener en cuenta.

¿Cómo podemos controlar la temperatura?

Ahora que ya sabemos algo más sobre ordenadores y temperaturas, vamos a ver de que forma podemos controlar las temperaturas de los distintos componentes. Existen múltiples programas con los que acceder a la información de los sensores de temperatura que incorporan los componentes de nuestros equipos, nosotros vamos a centrarnos en uno en concreto HWInfo.

Esta sencilla herramienta sirve para obtener información detallada de todos los dispositivos que tenemos en nuestro equipo, pero también incorpora una útil función que es la que nos interesa, Sensors. Al hacer click sobre esta opción, nos abrirá una ventana similar a la que veréis a continuación donde además de otros muchos detalles aparecen las temperaturas de nuestro procesador, placa base, disco duro o tarjeta gráfica.

Así de fácil. Podemos ver la temperatura actual, la mínima y máximas, y una media. Todo con este sencillo programa que cuenta además con una versión portable, así que no hay nada que instalar en nuestro equipo, solo ejecutar y ver los datos.

¿Que hacer si es demasiado alta?

Ahora que ya hemos comprobado la temperatura, si nos encontramos ante valores inusualmente elevados, será la hora de actuar. Si tenemos un portátil, posiblemente sea más complicado actuar para resolver el problema sin una destreza propia de un técnico. Desmontar un ordenador portátil requiere de cierta pericia y de no hacerlo bien, podemos ocasionar nosotros un problema bastante importante. Así que en estos casos las actuaciones que podemos hacer son más bien externas.

Lo primero sería asegurarnos que nuestro equipo portátil no se encuentra muy pegado a cosas a su alrededor, pues necesita que el aire circule. Si os fijáis seguramente vuestro equipo tenga en algún lateral alguna rejilla por la cual debería salir el aire caliente del interior. Aseguraros que esa rejilla no está obstruida con nada. También puede ser una buena idea, elevar ligeramente el ordenador, de forma que permitamos que haya más aire a su alrededor. Por último, podríamos adquirir una base con ventiladores, que también ayudará a reducir la temperatura.

Si esto no es suficiente, es el momento de desmontar el ordenador y abrir sus tripas. Lo mismo que haríamos con un ordenador de sobremesa, pero teniendo en cuenta que en un portátil está todo más apretado. Tanto en portátil como en un ordenador de sobremesa, tendremos que revisar el ventilador que suele encargarse de sacar el aire del procesador. El polvo tiende a acumularse en sus aspas y eso disminuye su efectividad. Un poco de aire comprimido o una brocha deberían bastarnos para retirar ese polvo que se acumula sobre el ventilador y también sobre el resto de elementos, evitando que se taponen conductos de entrada o salida de aire. Lo mismo tocaría hacer con nuestra tarjeta gráfica si tiene ventiladores.

Si esto no es suficiente, podría ser necesario cambiar la pasta térmica que ayuda a disipar el calor de elementos como el procesador o los chips de las tarjetas gráficas (estas muchas veces llevan unas almohadillas térmicas en lugar de pasta). De hecho, la pasta térmica debería renovarse cada cierto tiempo, ya que con el paso del tiempo pierde sus propiedades y se «seca», haciendo que poco a poco la capacidad de disipar calor del ordenador sea menor.

Esperamos haberos ayudado a comprender un poco mejor que tenemos que tener en cuenta con respecto a la temperatura y nuestros ordenadores.

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