Hoy en día parece casi una exigencia estar presente en las redes sociales. Facebook, Twitter, Google Plus, Pinterest, Instagram… todas ellas son ya nombres habituales para cualquier empresa o emprendedor que tiene un proyecto online. Son una estupenda forma de seguir acercándonos a nuestro público y de lograr establecer una comunicación más fluida de forma que todo pueda acabar redundando en un incremento en el tráfico a nuestra web y en un aumento de nuestras ventas. Sin embargo, estar presente en las redes sociales, no es algo que no requiera de esfuerzo y planificación.
Esfuerzo y planificación, son los dos puntos claves a la hora de abordar la presencia en las redes sociales y sin embargo suelen ser los dos elementos olvidados a la hora de aterrizar en ellas. ¿Por qué? Sin lugar a dudas, especialmente en el caso de las pequeñas empresas o emprendedores, el factor esfuerzo es un bien muy importante y que por tanto se suele desviar a otros puntos claves de su actividad en detrimento de estas omnipresentes redes sociales. Y es que el tiempo es un bien muy preciado, y aunque las redes sociales pueden tener un gran impacto en sus actividades, su efecto no suele ser inmediato por lo que acaban por quedar en un segundo plano ¿o no?
La panacea de la automatización… ¿o no?
Y bien, para todos aquellos que no disponen del tiempo suficiente (o de los medios para externalizar la gestión de su social media), existen soluciones que permiten automatizar la publicación de información en estas. Muchos las acogen con gran alegría, pues les permiten ahorrarse un valioso tiempo que dedicar a otras partes de la actividad, al tiempo que (según ellos) les permite estar presentes en las redes sociales. Y es más, estos servicios muchas veces permiten automatizar la publicación de contenidos en varias redes sociales a la vez y con cierta programación.
¿Es esta la panacea? Bien, si y no. Es cierto, que servicios de este estilo como puede ser Buffer, ayudan a establecer una programación de los contenidos en las redes sociales, pero no debemos caer en la trampa de dejar que actúen como única presencia. Porque precisamente el peligro de esto, es que al automatizarse, acabemos por dejar de presentarnos en nuestros perfiles y al final estos se conviertan en un simple canal impersonal de publicación de enlaces automáticos, perdiendo la esencia propia de lo que son las redes sociales.
Debemos tener en cuenta además, que cada red social tiene su propio «código» y deberíamos cuidar la forma de comunicarnos en cada una de ellas. Además, tenemos que «contextualizar» nuestras publicaciones, intentando evitar que queden desactualizadas en el momento de publicarse porque así lo hayamos programado. Por último, debemos tener una clara aversión a una cosa, la automatización de respuestas, sin lugar a dudas este sería el peor error a cometer a la hora de emplear este tipo de servicios. Quien se comunica con nosotros en las redes sociales espera encontrar una respuesta más personal, no un simple mensaje generado automáticamente, así pues cuidado con ello.
¿Automatizamos o no?
Está claro, que la automatización de contenidos tiene sus pros y sus contras, por tanto, como conclusión podría decirse que si, pero con cuidado y control. No debemos dejar de la mano de estos servicios únicamente nuestra presencia en las redes sociales y debemos «personarnos» periódicamente en ellas y dejar ver que no nos desentendemos de estas.