A nadie resulta extraño hablar hoy en día de las redes sociales, ni siquiera cuando hablamos del entorno profesional. Porque si bien, estas surgieron dentro del ámbito para temas más «personales», las redes sociales han sabido abrirse también al ámbito profesional y hoy por hoy prácticamente no hay empresa o profesional (por pequeña que sea) que no tenga en cuenta las redes sociales para su estrategia empresarial/profesional.
El objetivo en las redes sociales
Así pues, el primer objetivo está claro, estar presentes en las redes sociales. Con esto en mente, pasamos al siguiente peldaño, que buscamos lograr gracias a las redes sociales.
Dado al origen que tienen las redes sociales y su propio concepto, para muchos el objetivo principal ha sido el de establecer un canal adicional de comunicación con sus seguidores/clientes. Las redes sociales han demostrado ser una herramienta estupenda para lo bueno y para lo malo dentro del terreno de la comunicación empresa-cliente.
Luego una vez se asentaron, se paso a dar gran importancia tema de la visibilidad y al ofrecimiento de contenidos de utilidad dentro de las redes sociales, dos objetivos muy ligados entre si, y que pueden ayudar enormemente a la estrategia online de cualquier proyecto.
¿Y que hay de las ventas en las redes sociales?
Porque, a fin de cuentas en muchos de los casos ese es el objetivo último, independientemente de que se quiera ayudar uno de las redes sociales para comunicar u ofrecer contenido útil complementario. Muchos proyectos necesitan de ese último paso, el de la venta, para que todo el esfuerzo tenga sentido.
Y si, en las redes sociales se puede vender. Hay herramientas que permiten crear tiendas online dentro de las redes sociales o en facebook, por ejemplo, podemos crear una página de aterrizaje personalizada aparte de nuestro muro a la cual redirigir a los usuarios donde buscaremos ese objetivo final redirigiendo a nuestra tienda online propia.
Pero lo que muchos confunden cuando se plantean el objetivo de las ventas con la red social es en mezclarlo con su estrategia de contenidos, lo cual lleva a que los mensajes con contenidos útiles se acaban mezclando con anuncios de productos, creando confusión en los seguidores. Cierto es que de vez en cuando, se puede emplear una red social para ofrecer alguna promoción de productos, pero no debemos caer en la tentación de aburrir a nuestros seguidores en las redes sociales con mensajes constantes para que compren este o aquel producto o servicio que les ofreceremos. Así acabaríamos por echar al traste todo el interés que estos puedan tener por nuestra marca/empresa.