Fragmentación, esa es la palabra que más aborrece a los responsables de Android y que se repite constantemente en todas partes, especialmente cuando se compara al sistema del Androide con iOs. Con cada nueva versión de Android se espera lograr minimizar el impacto de dicha fragmentación y parece que lentamente lo van logrando, aunque aún sigue criticándose la lentitud para la adopción de las últimas versiones del sistema operativo.
En el último informe de Google, se revela que la última versión de Android, Lollipop ya habría alcanzado una cuota del 12,4% suponiendo un importante crecimiento de tres puntos porcentuales con respecto al mes previo. Buenos datos, que solo se ven ensombrecidos por otro dato relevante, que Kit Kat y Jelly Bean representan el 76% de todos los dispositivos con Android.
Bien es cierto, que estos datos suponen que las versiones más antiguas del sistema operativo, poco a poco van quedando arrinconadas, pero siguen demostrando que hay un importante número de dispositivos que no se actualizan y que es posible que nunca lo hagan, a menos que de una vez por todas Android sea capaz de solucionar esta cuestión de las actualizaciones.