Windows 10 se acerca cada vez más, y cada vez está más claro que su llegada supondrá el fin de Windows, al menos del Windows que conocíamos. Parece que en Redmon se han dado cuenta de la necesidad de cambiar su modelo y han decidido adaptarse a los tiempos. Así pues inspirándose en el modelo de Apple, a partir de ahora podríamos encontrarnos ante el fin de las diferentes versiones de Windows. A partir de ahora contaremos con un solo Windows, que en lugar de ir actualizándose únicamente a través de grandes versiones muy espaciadas en el tiempo, se actualizará progresivamente.
Así pues, ya no tendremos que esperar un par de años para disfrutar de las novedades, sino que estas irán llegando progresivamente. El mercado es cada vez más cambiante, y si bien Microsoft ha reducido en sus últimas versiones de Windows el tiempo que pasa entre ellas, no es suficiente para adaptarse a esas necesidades cambiantes.
A Windows 7 aún le resta soporte hasta 2020 y a Windows 8 aún unos años más, pero Microsoft apuesta por intentar lograr que el mayor número posible de usuarios haga la migración a este nuevo Windows 10, con el cual esperan superar los 1.000 millones de usuarios.