Tener una web es una ventana que podemos abrir al mundo online. Pero esa web de poco sirve si no nos encuentran. Así pues, los buscadores se han convertido en un aliado imprescindible… ¿pero hasta que punto nos ayudan a nosotros o les ayudamos a ellos con nuestras webs?
¿Que fue antes la gallina o el huevo? Podría ser una pregunta a hacernos ante el planteamiento anterior… pero aquí la cosa está un poco más clara. Sin webs, los buscadores realmente no sirven para nada. Porque esos buscadores beben de la información que se generan en los millones de sitios web que existen y su función es la de interconectar a usuarios con esos sitios web.
Eso está claro, pero aún así, los buscadores se han situado en una posición de «fuerza» frente a los sitios web. Todo el mundo tiene esa creencia de que si no estás en «Google» no existes, cuando realmente Google (y quien dice este buscador, podría decir cualquiera) necesita de tu web para llevar al usuario a algún contenido. Así con el paso de los años, el desarrollo de las webs se ha centrado enormemente en «contentar» a los buscadores, en optimizarse para que estos quieran a nuestros sitios webs más que a los de la competencia (si ese conocido como SEO, que cada día es más SEM, esto es, cada vez es más pasar por caja).
Así los buscadores han generado en torno a su servicio de «interconexión» entre usuarios y webs un lucrativo negocio a base de la publicidad que les ha reportado pingues beneficios. Y las webs en muchos casos requieren de invertir también en publicidad (bien sea directa o indirecta), con lo que no solo alimentan los resultados, sino que además alimentan su maquina de generar dinero. De hecho, en más de una ocasión soy testigo como de lo primero que la gente se preocupa no es de crear un sitio web con contenidos adecuados para los usuarios, sino de como quieren aparecer en los resultados de búsqueda.
Pero ya no es solo eso, sino que los buscadores ofrecen toda clase de servicios/herramientas adicionales con los cuales tratan de recopilar aún más información de nuestros negocios. Sube tus fotos, sube tus horarios, sube tus productos… y de esa forma, sin ser muy conscientes, les estamos entregando las llaves de todo nuestro contenido. Y ahora esos buscadores pueden ofrecer resultados sobre nuestras cosas, pero ya incluso sin redirigir a los usuarios a nuestros sitios webs. ¿No os habéis fijado en la cantidad de información que tratan de ofrecer desde sus páginas de resultados? Resultados que cada vez invitan menos a ir a los sitios webs y si a resolver allí mismo la consulta. Es decir, que sin darnos cuenta, les hemos dado las llaves y ahora esos buscadores cada vez menos, invitan a los usuarios a visitarnos a nosotros… casi parece que ellos son los que están ofreciendo la información, cuando en realidad, la extraen de nuestras webs.
¿Somos o no somos esclavos de los buscadores? Y cuidado, que llega algo aún más revolucionario y novedoso… las Inteligencias Artificiales, que al fin y al cabo, también, también se alimentan de los millones y millones de sitios web para generar su «supuesto conocimiento». La esclavitud digital puede que no haya sino comenzado.
Nacho: trabajador incansable, estudioso permanente, solidario con su trabajo, sabio y actualizado en la informática etc.etc. y sobre todo una GRAN PERSONA!
Felicidades por todo cuanto haces que, en muchos casos, supone una gran labor social en silencio…
Gracias por las palabras. Siempre hay que intentar estar a la altura de todo eso que dices 😉