Los formularios son el punto de captación de datos que toda web puede presentar a sus usuarios, sin duda todo un dulce para los propietarios de las webs siempre ávidos por obtener la información de sus visitantes. Esto a veces se traduce en un cierto «ansia» por absorver cuanto más mejor, cual vampiros absorviendo la sangre de sus víctimas, los propietarios de las webs a veces tratan de sonsacar a sus visitantes todos los datos que les es posible, presentando para ello formularios que a veces parecen interminables.
O al menos eso intentan, porque la realidad es otra. Y es que al final los visitantes cuando se encuentran ante un formulario de grandes dimensiones, un formulario donde además hay un montón de campos obligatorios, lo más probable es que acabe por desistir y abandonar. Nadie quiere dar mucha información, se busca algo que sea lo más inmediato posible. Así pues, estamos ante la disyuntiva, por un lado del propietario de la web, que quiere recabar información y por otro del visitante que no quiere soltarla, al menos así como así.
Cuando estamos ante un formulario de registro, lo ideal es simplificar al máximo, en ese momento el visitante aun puede estar ligeramente «inseguro» aún no tiene una total confianza en nosotros como para granjearnos cierta información, así pues, porque no pensar en el visitante, y limitarnos a que este de la información básica para poder entrar, posiblemente un email y una contraseña. Ya llegará el momento de que nuestro visitante, que ya se ha convertido en «cliente» nos ceda más datos. Podría plantearse una estrategia escalonada para que este suministre la información que necesitamos, pero sin saturarle pidiendole datos.
Así pues si estáis creando vuestro sitio web y tenéis la necesidad de incluir un formulario donde solicitar datos a vuestros visitantes, recordarlo, pensar primero en ellos y pedir solo la información realmente necesaria, os lo agradecerán y no perderéis visitantes por culpa de un formulario mal planteado.