Microsoft ha aprendido de errores pasados, y para evitar que suceda como con Windows XP, ha decidido dejar de vender licencias de Windows 7 al canal minorista. Este hecho, ya se viene produciendo desde hace algo más de un mes, concretamente desde el 30 de octubre, aunque no ha realizado anuncio alguno sobre el asunto. Este movimiento, no afecta todavía a equipos OEM que podrán venir con Windows 7 preinstalado aunque tampoco durante mucho más tiempo. Para estas licencias OEM la fecha fijada de finalización de venta es el 30 de octubre de 2014. Por el momento, esto no generará una falta de licencia de Windows 7, aunque con el paso del tiempo se empezará a notar que es cada vez más difícil hacerse con una copia de Windows 7.
Detrás de este movimiento hay un claro intento por parte de Microsoft de dar un espaldarazo a la migración hacia la versión más moderna de Windows, Windows 8, que todavía no acaba de despegar. Aunque la cuestión sería que realmente los usuarios quieran migrar a Windows 8 en lugar de que se les «empuje» a tener que usar esa versión simplemente porque no haya posibilidad de hacerse con otra. ¿Acaso Windows 8 no acaba de lograr calar entre los usuarios?