En una reciente entrevista a Tim Zemlin de la Fundación Linux, se destacaba un hecho que no hace sino cobrar forma, el «hardware está dejando de ser un producto«. Si bien en el pasado, los equipamientos informáticos y las aplicaciones eran el producto con el que los responsables de tecnología debían medrar, con el paso del tiempo, los servicios están convirtiéndose en una realidad cada vez más presente, desplazando a hardware y software como punto central.
Así pues, ya no se busca crear grandes centros de datos, se alquilan los servicios que se necesitan, los sistemas operativos son gratuitos y ahora se paga por el soporte que se recibe de estos. En el sector doméstico esto ya es una realidad, Amazón vende su tablet a un precio inferior al de fabricación para vender luego servicios, Google entrega su sistema operativo Android de forma gratuita al tiempo que trata de ampliar sus posibles usuarios del buscador y así seguir obteniendo dinero de este. Microsoft es la última que parece haberse dado cuenta de esta realidad, y ha ido realizando un giro de 180 grados y trata cada vez más de ofrecer servicios (como el reciente lanzamiento de su servicio XBox Music). Lá unica que no está muy metida en esta tendencia es Apple, que sigue manteniendose un poco al margen de los movimientos de los demás y tampoco le va nada mal, pero es cierto, que la compañía de la manzana ha sido una especialista en vender servicios y casi una pionera en muchos aspectos.