Estamos con la resaca tras una keynote de Apple, momento en que prácticamente todos los medios no hacen más que comentar los últimos lanzamientos de la compañía de Cupertino. Pues bien, queríamos aprovechar para ir un paso más allá, y en lugar de centrarnos en esos maravillosos productos que nos brindan, queríamos hablar de algo que quizás no todo el mundo se plantea.
Y es que si nos fijamos, el mercado tecnológico está evolucionando hacia una convergencia doméstica total. Ya no solo hablamos del que fuera el rey de la tecnología doméstica, el ordenador. Le siguieron los smartphones, tablets, ahora pulseras, relojes, televisiones…. Y pronto llegará una nueva etapa, donde la integración de la tecnología en el ámbito domestico será aún mayor.
La afirmación de que con el Apple Watch podríamos abrir nuestro coche, ya nos hace presagiar por donde van a ir los tiros. Los dispositivos tecnológicos se convertirán en algo más cotidiano en cosas que antes solo se podían permitir unos pocos, y que para la gran mayoría eran solo cosa de películas. La domótica puede evolucionar en breve, hacia algo mucho más extendido, tendremos a nuestro alcance dispositivos que nos permitirán controlarlo todo (o casi todo) dentro de nuestro ámbito doméstico, hasta el punto que incluso ni siquiera necesitaríamos unas llaves por ejemplo para abrir las puertas.
Sin duda, estamos ante una inminente etapa donde habrá una importante revolución en este terreno, ahora bien, esto también plantea retos y algunos problemas que deben ser considerados con mucho cuidado.
Y es que en este momento se me viene a la cabeza una frase de un profesor de la facultad de informática que decía: «yo dejaré de conducir cuando los coches estén gobernados por un sistema operativo». De aquella, la frase sonaba un poco lejana (hace de esto unos 15 años), pero hoy en día tiene mucha vigencia ¿acaso CarPlay y los rumores sobre un coche de Apple no están ocupando los artículos de muchos expertos en tecnología. Pero no es solo Apple la que trabaja en campos como el de la inclusión de soluciones tecnológicas en los coches, Android o Windows también tratan de introducir sus soluciones para automóviles.
¿Pero que es lo que nos puede preocupar de todo esto, acaso no nos va a aportar multitud de ventajas la llegada de estos nuevos sistemas? Sin duda, todo esto aportará una gran revolución, pero ¿que hay de la seguridad? ¿Acaso hay algún sistema que pueda demostrarse como totalmente invulnerable? A esto la respuesta está cara, todos tienen agujeros de seguridad…. y claro cuando hablamos de un ordenador, quizás no nos parezca algo tan preocupante, pero cuando hablamos de que la seguridad de nuestro automóvil o incluso de nuestra casa podría estar en el punto de mira de cualquiera con conocimientos, quizás nos empecemos a preocupar un poco más.
Los hackers podrían buscar brechas en estos sistemas y acceder al control de navegación de nuestro coche (cosa que nos preocuparía aún más si pensamos en esos modelos que aseguran se pueden conducir ellos solos sin intervención del conductor), o incluso abrir las ventanas o puertas de nuestro domicilio a su antojo… Esa posibilidad es la que hace que uno pueda tener cierta cautela ante la «invasión doméstica de la tecnología», pero también debemos pensar en que esos sistemas cuentan con su seguridad y que no serán fáciles de engañar (aún así existe la posibilidad).
Y es aquí donde volvemos a la frase que titula esta entrada: «Si tiene que ser… que sea Apple» Y es que hasta la fecha la compañía de la manzana se ha demostrado como la que es capaz de ofrecer las plataformas más «seguras», diferenciandose en gran medida de las soluciones aportadas por Android o Windows… Sin duda, su caracter más cerrado y el control de todos los elementos, es el que juega a su favor, pero cuando uno se plantea conceptos como el de la seguridad de su domicilio no puede sino pensar en buscar la mejor solución, y parece que de momento, la mejor posicionada en ese sentido es Apple… al menos por ahora.