Si bien muchos expertos y analistas creen que el futuro del almacenamiento pasará claramente por los discos SSD, lo que no está tan claro es que logren imponerse al menos en un plazo relativamente corto (y teniendo en cuenta que los plazos cortos en esto de la tecnología pueden ser apenas unas semanas o escasos meses). Así en ciertos análisis se refleja que la cuota de este tipo de discos de estado sólido cuentan con apenas un 3% de la cuota del mercado, lo cual apenas es representativo, si bien su crecimiento seguirá manteniendose en el futuro.
El principal motivo que aún no hayan logrado ocupar una mayor presencia es sin lugar a duda el precio. Y es que al final este es el factor clave y hace que este tipo de dispositivos se utilice únicamente en equipos de más alta gama, dejando a los discos tradicionales los equipos más económicos y que alcanzan una mayor cuota de mercado. Otro handicap para los discos SSD es su capacidad reducida en comparación con los discos tradicionales. Así pues mientras estos dos factores, precio y capacidad, de los discos SSD no mejoren, los discos tradicionales aún no tendrán que preocuparse por quedar relegados a un segundo plano.