En enero de este año 2020, concluía el soporte de Windows 7. Aún así, todavía hay usuarios que se resisten a dar el cambio (o simplemente no pueden) y la cosa de la que queríamos hablar es de ¿hasta cuando será viable usar Windows 7?
Aquí sin duda habría como respuesta un «depende» y es muy dificil dar una respuesta que sea válida para todos los usuarios, porque sus necesidades o situaciones serán muy variadas. Pero ante todo trataremos de abordar algunos aspectos fundamentales para ayudarnos a decidir si es el momento definitivo de dar el salto y dejar atrás nuestro querido Windows 7.
Fin del soporte, no es fin de funcionamiento
Lo primero que tenemos que abordar es esto. Y es que hay usuarios que pueden pensar que con el fin del soporte Windows 7 deja de funcionar. Pero seguro que a estas alturas, un mes después de que haya terminado el soporte ya todo el mundo será consciente de que Windows 7 sigue funcionando tal y como lo hacía antes.
Como lo hacía antes
Y ahí está el concepto, que Windows 7 seguirá funcionando como lo hacía antes, ni más ni menos. Porque al no haber nuevas actualizaciones Windows 7 no cambiará más… lo que seguirá cambiando es el mundo que hay a su alrededor, porque no lo olvidemos, hoy en día es díficil imaginar un equipo informático sin una ventana abierta a Internet ¿verdad?
Internet es la cuestión
Si tuviesemos un ordenador desconectado de Internet con Windows 7, seguramente no nos preocuparía lo más mínimo el fin del soporte. Porque a fin y al cabo, una buena parte del soporte se debe precisamente a la necesidad de corregir fallos que podrían afectarnos porque nuestros equipos están conectados a internet. ¿Que más daría que hubiese un fallo de seguridad si Windows 7 estuviese desconectado de la red? ¿Quién podría aprovecharse de ese fallo si no es estándo sentado delante de nuestro ordenador?
Pero hoy en día, es casi inviable entender un equipo informático que no esté conectado a Internet y que «beba» de sus muchas posibilidades. De hecho, es el principal argumento para urgirnos a las actualizaciones constantes y de ahí que sea tan importante que ya no haya más actualizaciones para Windows 7, lo cual dejará expuestos nuestros equipos.
Seguridad como principal argumento de cambio
Así pues, el principal motivo que se esgrime para que nos actualicemos y dejemos atrás Windows 7 es la seguridad. Pero cuidado, no os dejéis engañar por esta advertencia sin pensarlo al menos un momento. ¿Porqué acaso es Windows 10 100% infalible? ¿Acaso no hay fallos de seguridad que llevan existiendo años y no se hizo nada por resolverlos?
Está claro, que es importante considerar la seguridad y que sin duda es un punto a favor de cambiar, pero cuidado, tenemos que valorar más cuestiones.
¿Está nuestro equipo preparado para el cambio?
Hay que valorar cuestiones decíamos, y es que no podemos olvidar que a buen seguro si nuestro equipo cuenta con Windows 7 ya tendrá algunos años de antigüedad y eso implica un hardware anticuado, que quizás no funcione tan bien con una versión más moderna de Windows 7.
Por ejemplo, si nuestro equipo no cuenta con un mínimo de al menos 8GB de memoria RAM no os recomendaríamos dar el salto a Windows 10, puesto que el rendimiento que ofrecería sería realmente bajo. Quizás el procesador o nuestro disco duro tampoco estén a la altura… así pues ¿nos merece la pena dar el salto si vamos a tener como resultado un equipo con un mal rendimiento?
Y por no hablar de compatibilidad, quizás algún dispositivo o periferico pueda no contar con controladores actualizados para una versión más reciente de Windows. Así que, antes de dejar algo inutilizado tendríamos que asegurarnos de la compatibilidad de todo.
¿Y que hay de los programas?
Seguramente esta sea la parte más crítica para tomar la decisión. Porque el el fin último del hardware ser servir para que funcione el software, es decir los programas. Y aquí entra de nuevo en juego esa ventanita que es Internet. Porque a diferencia de lo que sucedía en el pasado, hoy en día los programas que tenemos instalados en nuestros ordenadores también están sujetos a constantes actualizaciones y cambios (todo ello gracias a Internet).
Seguramente aquí nos encontraremos con la principal razón para acabar por actualizar. Porque puede que Windows haya dejado de actualizarse, pero todo el abanico de programas que tenemos instalados en nuestro equipo seguirá su «vida» normal y con ello seguirán actualizándose. Pero llegará un punto en que esos programas encontrarán alguna incompatibilidad con un Windows que ya no se actualiza, o simplemente sus desarrolladores verán que no compensa seguir dedicando esfuerzos a una versión para un sistema operativo «muerto» y entonces también irán dejándo de actualizarse los programas.
Y al principio no sucederá nada, simplemente no tendremos nuevas funciones y cosas así. Pero quizás un día nos encontremos con que esos programas, que una vez más están vinculados a Internet de una forma muy estrecha, no nos permiten acceder al servicio por tener una versión antigua (por supuesto de darnos los convenientes avisos en la mayoría de casos). Y entonces intentaremos buscar alternativas, pero quizás ya no existan porque ha pasado el tiempo y otros programas similares se han encontrado en esa misma situación. Entonces, lenta y progresivamente nuestro ordenador irá perdiendo, ahora si, funcionalidades.
Entonces ¿cuando cambiamos?
Bien, ya hemos recapitulado que cosas deberíamos tener en cuenta. Ahora vamos a intentar responder a ¿cuando actualizamos a Windows 7? Y para eso tendremos dos escenarios.
- Si nuestro equipo está obsoleto.
- Si nuestro equipo es suficientemente potente para la actualización.
En el primero de los casos, está claro que una actualización de Windows tiene que ir acompañada de una actualización del equipo, por lo que la respuesta aquí sería, aguantar con Windows 7 hasta que el equipo ya no «pueda más».
En el segundo de los casos, pues siempre y cuando no aparezca ningún fallo realmente «desastroso» en Windows 7, podríamos esperar hasta que sean los programas los que nos obligen a ello. En esto, los desarrolladores tienen mucho que decir, y por ejemplo ya sabemos que Google Chrome tendrá soporte en Windows 7 al menos hasta julio de 2021, con lo cual ya podemos empezar a ver donde estará la barrera en la que los distintos programas puedan empezar a dejar de tener soporte.
Así que ya sabéis, aún podeís estirar la vida de vuestros equipos con Windows 7 ¿hasta cuando? Eso solo el futuro lo dirá, pero creednos que quizás aún un año o dos años de vida útil puedan estar a su alcance.