Alla por septiembre Facebook aparecía en muchos sitios por la polémica sobre el sistema de Trending Topics. La red social se había visto puesta en entredicho por su objetividad y así fue como tras «eliminar» a esas personas que se encargaban de actuar como editores del sistema de noticias, había establecido un nuevo algoritmo que determinaría los trending topics de forma automática. Ya entonces se habló de los «fallos» de aquel sistema, y ahora tras las recientes elecciones de EE.UU todo vuelve a resurgir.
Independientemente de si Facebook haya podido intervenir en el resultado, está claro que el tamañode esta red social es tal que cualquier posible «error» que se produzca se ve «maximizado». Así Zuckerberg ha salido a la palestra con una serie de siete medidas para evitar posibles fallos que lleven a que por la red social circules noticias falsas: un sistema que detecte más rápidamente noticias falsas, facilitar el avisar de noticias falsas, verificación por parte de terceros, advertencias de posible falta de veracidad, verificación de la calidad de artículos relacionados, mayor control del sistema de anuncios y una mayor escucha. Todas esas medidas irán encaminadas a mejorar la veracidad de los contenidos que se publican en la red social.
Independientemente de que se consiga o no, lo que si se pone de manifiesto es como el actual mundo se ve «peligrosamente» influenciado por todo lo que acontece en el mundo online. Así, esos contenidos que logran viralizarse, aun siendo falsos, acaban por enraizarse en la percepción de muchas personas sin que muchas veces se haga una «verificación» sobre la autenticidad o no. Ese es el gran peligro, no tanto que Facebook o Google pongan más o menos medidas, sino que las personas que hay detrás de las pantallas no tengan capacidad propia para discernir y poder verificar la autenticidad de algo y en base a un conocimiento (que podría ser erróneo) obtenido en el mundo online, actúen en consecuencia en el mundo real.