Los tiempos no son tan favorables para Facebook. Son muchos los frentes a los que tiene que enfrentarse, aunque desde su posición privilegiada y si hace bien las cosas, aún tienen mucha guerra que dar.
Hubo un tiempo en que Facebook parecía que solo podía mirar en una dirección: hacia arriba. No hacía más que crecer, mes a mes las cifras reflejaban un aumento en el núero de usuarios, de ingresos… y todos querían estar allí.
De eso no hace tanto, aunque pueda parecer mentira, pero ahora los vientos van en otra dirección. Aún así la compañía está siendo capaz de resistir (a fin de cuentas, tiene que ser un viento muy fuerte el que logre derribar algo tan inmenso) desde una posición privilegiada. No obstante, parece que lentamente, cada uno de esos problemas, hace mella arañando poco a poco la imagen que la gente tiene de la red social.
Así podría decirse que los años de máximo esplendor han pasado… aunque tampoco es que se pueda decir que tengan que echarse a llorar por su indidablemente privilegiada situación.
Noticias falsas, cesión de datos ¿lo siguiente?
Parece que los malos tiempos empezaron de verdad a afectar a Facebook con el tema de las noticias falsas. De pronto, esa red social que parecía ser una fuente increible de información, se había convertido en un demonio, donde las noticias falsas campaban a sus anchas.
De pronto, algo despertó en la conciencia de los usuarios, que además comenzaron a mostrar cierta molestia porque el número de anuncios de la red social, estaba enterrando casi todo contenido que no fuese de «interés».
Y para rematar la situación, llegó el escándalo de Cambridge Analyitica. La cesión de datos de forma indiscriminada por parte de la red que en tantos círculos se rumoreaba, se mostraba ahora ante la escena pública.
Los jóvenes pierden el interés en Facebook
Y a la sombra de todos y cada uno de estos problemas, la imagen de la red social ha ido empeorando, calando esto especialmente entre los más jóvenes. Y ahí el resto de sociales han ido aprovechando la situación para captar a estos usuarios desencantados con Facebook. A corto plazo Facebook sigue tranquila con más de 2.000 millones de usuarios, muy lejos de cualquier otra red social, y sobre todo teniendo en cuenta que por ejemplo Instagram es también suya (curioso que no se vea afectada su imagen y de hecho demuestra ser una de las redes sociales que están más en auge).
Remedios desde lo más alto, ¿evitarán la diaspora?
Como decíamos, aún a pesar de tantos problemas, habría muchos que querrían estar en su misma situación. Y estar, como lo hacen en Facebook, trabajando en poner remedios a todos esos asuntos. Así pues Facebook está trabajando cada día más duro en tratar de controlar esas famosas noticias falsas (fake news). Han añadido opciones para controlar la credibilidad de las noticias que se difunden en la red social (y de paso sea dicho, controlan si quienes contribuyen a determinar esa credibilidad lo hacen de forma legítima o no).
Supuestamente han establecido mayores controles en el acceso a los datos… aunque en uno de los últimos cambios en privacidad nos pedían permiso (activado por defecto) para monitorizar nuestra imagen (supuestamente con la intención de que nadie use nuestras fotos sin nuestro permiso, pero también hay otras muchas opciones con ese permiso).
También han revisado sus algoritmos para que podamos reencontrarnos con las publicaciones de nuestra@s amig@s. Aunque no por ello renuncian a contar con buenas dosis de publicidad (eso si, tampoco debe preocuparles mucho, teniendo en cuenta que en este momento donde más crece la inversión sería en Instragram que también es suya). Eso si, sus algoritmos siguen mostrando que se mueven un poco más por sus intereses que por los de los usuarios.
Está claro que cuando tienes miles de millones de usuarios, si estos se sienten descontentos, pueden acabar por tumbarte. ¿Logrará Facebook restituir su imagen después de tantos palos? Lo curioso realmente es que hoy en día Facebook parece una de esas compañías «demasiado grandes para caer», aunque se trate de una compañía basada en lo que sus usuarios hacen por ella de forma gratuita. Aunque en su cabeza, de momento esté la imagen de que Facebook les aporta más esto podría acabar por girarse en su contra, en cuyo caso el abandono de la plataforma por parte de los usuarios sería inevitable (por supuesto, esto no es algo exclusivo de Facebook, el resto de redes sociales pueden ver el ejemplo de esta para actuar consecuentemente).