La verdad es que Windows 8 es una gran apuesta por parte de Microsoft para seguir tratando de mantenerse en la cima del mercado de los sistemas operativos. En busca de convertirse en un sistema revolucionario, o al menos destacable, en Redmon trabajan en incorporar grandes novedades como podría ser la interfaz Metro. Pero en la busqueda de avanzar con su nuevo sistema operativo en Microsoft también han tomado decisiones que para algunos podrían resultar cuanto menos inesperadas.
Y es que tal y como anunciaron a través de sus blogs de desarrollo, en Windows 8 por defecto no se incluirá la capacidad para reproducir DVDs y Blue-Ray. Sin lugar a dudas, esta decisión ha tomado por sorpresa a muchos, pero el mercado y muchos estudios parecen indicar claramente que la reproducción de contenidos con un soporte físico va quedando relegada a un segundo plano en favor de la reproducción de contenidos en streaming en servicios como podría ser Netflix. También hay quienes creen que la toma de esta decisión habría tenido tintes económicos, para evitar el coste de las licencias para la descodificación de discos y así favorecer una reducción del coste final del sistema operativo.
No obstante, que Microsoft ni lo incluya por defecto, no significa que no vayamos a poder reproducir este tipo de discos. Si esta decisión va en contra de nuestras necesidades tenemos la posibilidad de adquirir una licencia de Media Center o utilizar algún programa ajeno a Microsoft. Así que si disponéis de una importante biblioteca de discos ópticos con películas, vuestras series favoritas o simplemente con vuestros propios discos, no os preocupéis por ello.
Así pues, tras los pasos de Apple, que parece claramente enfocada hacia el consumo de contenidos a través de internet mediante sus servicios ofrecidos en iTunes, ahora Microsoft parece seguir la misma senda. Esto unido al creciente mercado de dispositivos Tablet y Smartphone donde no ha posibilidad de acceder a la reproducción de discos ópticos, parece que van a marcar el principio del fin de este tipo de soportes y un mayor auge del consumo de contenidos en streaming así como un impulso del cloud computing. Aún así, el tiempo aún no ha dicho su última palabra y habrá que esperar a ver como se desarrollan los acontecimientos.