Hace relativamente poco, se ha desvelado un agujero de seguridad que afectaría a Windows Defender, el sistema de seguridad ofrecido por Microsoft y que estaría disponible para Windows en todas sus versiones desde Windows XP y hasta Windows 8.1. Esta vulnerabilidad permitiría que una página web maliciosa pudiese desactivar otras soluciones de seguridad que estén instaladas en el sistema afectado por la vulnerabilidad. Por suerte Microsoft consciente de este error, ha sacado una actualización para subsanarlo y evitar males mayores, pero siempre hay usuarios que no actualizan sus equipos. Además, ¿como actuarán con Windows XP donde ya no se ofrece soporte? Según los expertos no habría ningún malware todavía que tratase de explotar esta vulnerabilidad, pero a buen seguro que algún hacker no tardará en tratar de aprovecharse de ella.
Lo que queda claro cuando uno piensa en este «incidente» es que la vulnerabilidad de cualquier sistema puede ser puesta en entredicho prácticamente en cualquier momento, así pues conviene ser siempre muy cauto y tener especial cuidado de mantener siempre los sistemas actualizados.