En un estudio de Kaspersky reflejaba un dato preocupante: casi uno de cada cuatro usuarios tienen una versión desactualizada de su navegador. Concretamente el 23% de los usuarios emplearían versiones antiguas, donde un 9% emplearían versiones obsoletas (lo cual es aún peor) y el 14,5% la versión inmediatamente anterior a la última que se ha publicado.
¿Y porqué es esto importante? Pues lo más inmediato e importante es por la seguridad. Y es que cada nueva versión se suelen actualizar los fallos de seguridad detectados y no tener el navegador actualizado supone estar expuesto a posibles problemas de seguridad.
En el informe se indica que alrededor de 80,2% de los usuarios que usa Internet Explorer de Microsoft ha instalado la última versión, mientras que esta cifra es del 79,2% para los usuarios de Google Chrome y del 78,1%de los usuarios de Opera. El navegador cuyos usuarios están menos actualizados es Mozilla Firefox donde sólo el 66,1% de estos los ejecutan la última versión del mismo. Otro dato del informe destacado, es que se tarda de media un mes en actualizarse a la última versión del correspondiente navegador.
Estos datos, no obstante es de esperar que sigan reduciendose, especialmente con las funciones de actualización automáticas que incluyen los navegadores como Firefox o Chrome.