Claves sobre como decidir el tamaño adecuado de una publicación en un blog

Cuando uno se sienta delante del ordenador para escribir en un blog, quizás nunca se haya planteado nunca si su post es demasiado corto o demasiado largo. Pero esa no debería ser la tónica, pues escribir con la sola idea de contar lo que se quiere, sin pensar en si puede resultar escaso o pesado para quien lo lea es sin lugar a dudas un error.

Así pues, por internet circulan muchos artículos donde se habla de cual debería ser la extensión adecuada, pero uno al final se queda con una idea general: ni mucho ni poco y todo depende del caso. Vamos como en la vida real, que no debemos olvidarnos del sentido común y aplicarlo a la labor que tenemos entre manos.

¿Pero hay alguna cifra orientativa?

Si exploramos por internet en foros y blogs, encontraremos cifras, que a veces difieren, pero si os fijáis hay algunas que coinciden. De ahí se podría extrapolar que no deberíamos escribir nada que tuviese menos de unas 350-400 palabras, ni tampoco pasarnos de unas 1000 palabras. En el primer caso, podría suceder que no logramos explicar toda la información realmente necesaria (o al menos eso podría pensar el lector) y en el segundo podríamos acabar por cansar a nuestro lector.

¿Y que tiene que decir Google en todo esto?

Por supuesto, no nos podemos olvidar de nuestro lector más importante: Google. Y es que Google será el que tras analizar nuestra publicación posicionará mejor o peor el artículo, así pues, su criterio no debería desdeñarse. ¿Y cual sería el tamaño adecuado para Google? Según los expertos (que no nos olvidemos, a Google no le gusta decirlo todo), para el buscador el tamaño ideal es precisamente de 1000 palabras (aparte de que la conveniencia de incluir imágenes e incluso vídeo). Teniendo en cuenta que la estrategia de Google actual para el posicinamiento en su buscador pasa por dar importancia al contenido, no debemos descuidar este dato. Eso si todo ello sin caer en actuaciones innecesarias solo para engrosar un artículo que no da más de si.

¿Y que podemos hacer?

Pues como ya se decía al principio de este artículo, lo primero y más importante de todo es emplear el sentido común. No debemos olvidarnos de estructurar adecuadamente el contenido, intentando emplear parrafos no muy extensos y utilizando adecuadamente títulos que permitan jerarquizas y estructurar visualmente el contenido. Si vemos, que un determinado artículo podría exceder el tamaño recomendado, podríamos plantearnos la posibilidad de dividirlo en dos partes (cuidando por supuesto, que ambas tengan tamaños equiparables, no sea que una primera parte este rondando las 1000 palabras para luego hacer una segunda parte de 100, mejor sería dos de 550). De esa manera tendremos un doble refuerzo, el haber usado un tamaño de artículo adecuado como el haber generado dos artículos que luego puedan ser indexados.

¿Que nos quedamos cortos? Quizás tengamos que pensar un poco mejor la necesidad del artículo ¿cuenta todo lo necesario? Si tenemos claro que no hay nada más que añadir al artículo, mejor es no meter paja, no sea que al final nos perjudique. También cabe la posibilidad de juntar el artículo con otro que pueda estar relacionado en un clásico «dos consejos para…» Y si no queda más remedio, pues a publicar de inmediato, sin pensarlo una vez más y sin pensar en que es corto.