Canonical ha decidido
y equiparándose de esta forma a las versiones servidor. Con esta nueva organización los dos primeros años ofrecerán soporte para novedades en hardware, y los tres siguientes estarán centrados en el software ofreciendo actualizaciones de seguridad. Según indican desde Canonical, esta nueva política de soporte es en respuesta a una mayor demanda de equipos de escritorio con Ubuntu para entornos corporativos, donde las necesidades de soporte suelen ser un poco mayores que en entornos domésticos, aunque estos últimos seguramente se podrán aprovechar de la mejora en el soporte. Con esto se confirma que el entorno profesional sigue siendo donde más cabida tienen las distribuciones Linux, que es de esperar algún día logren dar el salto a gran escala al mercado doméstico (y con Android parece ir lográndose).