Lo cierto es que hasta ahora, Microsoft siempre había decidido en su estrategia dar un ciclo de vida de 10 años a cada versión de su sistema operativo Windows. Pero los tiempos cambian, y Microsoft tiene que adaptarse y ese ha sido quizás uno de los principales argumentos para que los de Redmon hayan decidido discontinuar Windows 8. Y es que teniendo en cuenta que este sistema operativo fue lanzado en la segunda mitad de 2012, Windows 8 todavía debería gozar de más tiempo de soporte.
Hay otro argumento del lado de Microsoft, y es que Windows 8 deja de tener soporte, pero Windows 8.1 mantendrá el soporte y por tanto ocupará el lugar de Windows 8 disponiendo de soporte hasta el año 2023. El uso de Windows 8 no es muy extendido, y la gran mayoría de usuarios instalaron en su momento la actualización a Windows 8.1 así pues no debería ser un problema muy grande el fin del soporte de esta versión.
Por su parte desde Microsoft la apuesta sigue siendo la misma: que los usuarios se actualicen a Windows 10. Una opción que no olvidemos, estará disponible de forma gratuita hasta el 29 de julio de este 2016.